Hubo un tiempo no hace tanto (pero tan lejano)
Cuando caía la tarde tú me enseñabas la letra de Els Segadors sentados en la tierra
y yo te increpaba que quería escucharte cantar Paraules de amor
y tú me señalabas nuestro mismo mar a la sombra de la montaña
bajo pinos con el brazo de luz que marcaba el faro a los pescadores rezagados.
De nuestras mismas estrellas tú te quedaste sólo con una
y yo te preguntaba que hiciste con el brillo de los deseos de las otras
- Recordas la Muixeranga madrileño?
- Cómo no! (y resoplé) Pero sabes que mi familia es de la Vega baja del Segura.
- Y? Qué hiciste tú con lo demás?
En mi mente la imagen de un sendero de tierra con rosales a la vereda
en un campo de limoneros y naranjos
con un sol húmedo e implacable
y el sonido constante de las chicharras inquietas
y mis padres y mis hermanas todos juntos
alrededor de nuestra casa baja y pequeña y blanca con jazmines en las ventanas.
Hubo una vez no hace mucho pero tan lejano ya
y por ser pudo y fue y en mi memoria es.
Anochecía lentamente como sólo el Mediterráneo puede bostezar tras un duro día de trabajo
y en mi cabeza resonaban los tambores del himno de mi infancia
mientras ella hablaba sobre algo que acontecía en su presente y yo sólo oía con tanto pasado
en mis ojos y nostalgia y pena y gratitud y con la rabia de no saber ni poder recobrar
la magia de la mirada de aquellos años la magia de tantas nuevas sensaciones la emoción perdida.
La magdalena de Proust- pensé entonces- es en mi caso un redoble de himno valenciano.
- Vamos a cenar?
Y ella calló y me miró con los ojos azules de quien el mar vive dentro
Y sus ideas y su voz arenosa y su piel tostada
Y mi silenci como lo llamaba ella
Y hubo un temps no hace tanto pero muy lejano.
y yo te increpaba que quería escucharte cantar Paraules de amor
y tú me señalabas nuestro mismo mar a la sombra de la montaña
bajo pinos con el brazo de luz que marcaba el faro a los pescadores rezagados.
De nuestras mismas estrellas tú te quedaste sólo con una
y yo te preguntaba que hiciste con el brillo de los deseos de las otras
- Recordas la Muixeranga madrileño?
- Cómo no! (y resoplé) Pero sabes que mi familia es de la Vega baja del Segura.
- Y? Qué hiciste tú con lo demás?
En mi mente la imagen de un sendero de tierra con rosales a la vereda
en un campo de limoneros y naranjos
con un sol húmedo e implacable
y el sonido constante de las chicharras inquietas
y mis padres y mis hermanas todos juntos
alrededor de nuestra casa baja y pequeña y blanca con jazmines en las ventanas.
Hubo una vez no hace mucho pero tan lejano ya
y por ser pudo y fue y en mi memoria es.
Anochecía lentamente como sólo el Mediterráneo puede bostezar tras un duro día de trabajo
y en mi cabeza resonaban los tambores del himno de mi infancia
mientras ella hablaba sobre algo que acontecía en su presente y yo sólo oía con tanto pasado
en mis ojos y nostalgia y pena y gratitud y con la rabia de no saber ni poder recobrar
la magia de la mirada de aquellos años la magia de tantas nuevas sensaciones la emoción perdida.
La magdalena de Proust- pensé entonces- es en mi caso un redoble de himno valenciano.
- Vamos a cenar?
Y ella calló y me miró con los ojos azules de quien el mar vive dentro
Y sus ideas y su voz arenosa y su piel tostada
Y mi silenci como lo llamaba ella
Y hubo un temps no hace tanto pero muy lejano.
"De nuestras mismas estrellas tú te quedaste sólo con una
ResponderEliminary yo te preguntaba que hiciste con el brillo de los deseos de las otras"
"Hubo una vez no hace mucho pero tan lejano ya
y por ser pudo y fue y en mi memoria es"
Qué nostálgico...