Hoy es ahora

La estrella que más brilla es aquella que miras.
Todo se detiene a tu alrededor porque ella existe:
no hay ningún nadamás en el tiempo que ella esté.

No hay nada parecido en unos escasos minutos
ni reverencia más humilde en una mirada
ni sometimiento mayor en tan poco tiempo frente a ella.

Cuando mira.
Cuando sonríe.

Puede caer un rayo fulminador sobre ti que estará en tus pupilas
y en tu sonrisa de idiota ante tanta poco sutil belleza.
Y es que está en tu mente todo el tiempo a pesar de la oscuridad.

Estrella solitaria.
Estrella errante.

Dónde te llevará ahora?
Las calles están mojadas y pronto volverá a llover.

-Toma mi abrigo y cúbrete, No te preocupes por mi.
-Toma y escribe dulcemente en tu piel sobre mi.
En renglones torcidos pero con buena letra sin olvidarte de ningún detalle.
-(Recuerda que eres mi musa)

Una mirada limpia y por una vez sincera
y otra que lo agradece entre tanta basura
es un beso en la distancia más próxima
la distancia íntima que hace que los cuerpos se aceleren.

Pero dejándolo sólo en una mirada intensa
y tan cálida como encontrar en casa leche caliente y galletas.

Dónde está esa copa que te falta?
Todavía estás sedienta (y con razón)

Y de noche la ciudad puede ser tan diferente y divertida
tras unas ventanas en un apartamento al principio frío
abrazas dejando atrás muy atrás aquello sabéis sólo vosotros.


Y hoy es ahora.
Y mañana es una leyenda por escribir.

Y te empiezas a quitar el vestido lentamente
tras unas caricias que te abrasaban tanto
tanto
como para besar con el desespero del condenado
y tanto
que no dejas un espacio para pensar en lo que está pasando
y como sucede.

Pero hoy es ahora
y mañana sólo pasado.