sobre el recuerdo de otras historias en otras vidas

Ella era una chica de ciudad, de otra ciudad
con coche y sueños y licenciatura y modales de ciudad,
de su ciudad. Con sus ilustres antepasados
enterrados todos en la cripta del cementerio de ciudad,
de su ciudad. Y un día quiso probar suerte
en mi ciudad en mi pequeña ciudad de provincias y de piedra
antigua y alto campanario, donde nadie es de aquí y al final todos vuelven.

Yo vagaba en mi tiempo en mi mundo donde todo va de otra manera
a otro ritmo donde las estaciones marcan capítulos dentro de la misma novela.
Ciertas sensaciones y emociones compartidas son más fuertes y claras
y nos dictan otra realidad día a día cuando deberíamos hacer "lo normal".

Y yo que sólo tenía el amor, única riqueza para ofrecer
y compartir que me dictaba versos locos que puedan
describir y devolverme su belleza y su sonrisa ahora que ya no está.

Y yo que sólo tengo la luz del día para ofrecer y sentir
el calor de los colores de la Primavera y pequeñas perlas de lluvia
y mis lágrimas en la noche oscura cuando tanto me falta ella.

Me duele mi vida tanto como sus ojos su sonrisa su muerte
sus palabras y las reglas tramposas del destino,
Pero qué puta es la muerte! Cuando la vida parece tan sencilla...

Ella era una chica de ciudad, de otra ciudad
donde reposan sus antepasados pero no ella con ellos,
que lo dejó todo para vivir la riqueza más absoluta del segundo
al detalle de los abrazos infinitos y los besos.

Comentarios

  1. Cuando se escriben versos desde adentro se nota tanto que te sale algo tan magnífico como esto. Gracias.

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