Vanidad

 *

Que ásperas sábanas
para tan fina piel
aguarda el sueño.

En la cama y en la oscuridad
perfumada de sueños
quizá otro cuerpo, quizá nada fue real,

Qué amor dura?
Quién dejó las caricias
por hacer y por besar?

Qué dura es la jornada
mientras el pensamiento
se estrella contra el cansancio,

y un pie sobresale por entre las sábanas
y una mano recoge pegada a la almohada
los ecos que en un momento pudo ser sueño.



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