Mr. Bridges & Mrs. Bridges

Mr. Bridges dice:

- No me iré de esta casa hasta que se ponga el sol.
Toma una limonada conmigo en el porche.
Parece que el maíz crece fuerte y sano este año, No te parece?

Una gata blanca sale del interior de la casa y tras mirar el panorama
baja hasta el penúltimo escalón para tumbarse complacida en él

Aparece Mrs. Bridge tras ella y saluda con la calidez y la distancia
que sólo una señora sureña es capaz sin dejar de lado su elegancia.
A pesar de las arrugas que marcan sus años y su vestimenta
pasada, ya no de moda si no de siglos ha, sigue siendo hermosa .

- Por ahí van los vándalos de los hijo de Paul y Joanne.
Dice Mrs Bridge ante los gritos de aquellos críos que corren frente a la casona.

Mr. Bridges se levanta con dificultad:

- Qué te parece el país? Y esta zona?
No te lo esperabas, Verdad?
Te entiendo cada vez que veo en la TV como vivís allá en el viejo mundo...
Quieres? Esta tarta de manzana la preparó mi esposa.... espero que te guste.

Mr. Bridges se vuelve hacia mi y me dice:

- Sabes? Te he leído. Me recuerdas a Frost. Y sabes también?
Yo también escribo poesía mira aquí tengo unos versos que escribí esta mañana,
Me permites que te los lea?
 
"Florecen rabiosos las amapolas
como rojos son tus atardeceres lentos
perfumada va tu piel de sufrimiento
que una vez conocieron sedas y satenes..."

Y dejo de escucharle atentamente pasando al piloto automático
mientras estudio su rostro subrayado por unos intensos ojos azules
tras sus gafas de leer a media nariz y sus labios finos y esas canas
de una tonalidad perfecta apunto de nieve, hasta las arrugas parecen ser diseñadas
por la mano benevolente del tiempo o de Dios en un buen día, quien sabe.

- Qué te parece? Sé que no valen gran cosa... pero bueno yo insisto.