silencio #5
Mientras tanto, antes del silencio
resuenan los pies desnudos de la memoria
por los pasillos oscuros de Nunca Jamás
del podría ser nunca serás... y pudo,
llegando al salón del mañana puede ser posible.
Y una gran hoguera parte la noche
rodeada de encinas y flores
con tallo de lágrima seca cuna del rocío
que dará nuevos brillos al mañana.
Pero si enmudecen los labios,
Qué será de ti?
Qué será?
Y la mañana fría en la terraza
regando plantas y fumando
con el café oscuro y caliente esperando.
Mirando desde la cuna del silencio
que te arrastra ante la Olivetti
a tu cuarto estrecho para deshilachar la luz
Será la pira donde se consume en una playa el hermoso Shelley?
Será Persépolis ardiendo por la mano ebria de Alejandro?
Será el fuego robado a los dioses por el vanidoso Prometeo?
No es el silencio
Nunca la pena
Negarás el sentimiento.
Antes del silencio hubo un pequeño temblor
un excitado desconcierto.
Antes del silencio lo mismo pero con la urgencia
del verso que arde como un beso prometido.
Antes del silencio mordiéndote los labios ante aquel malbicho
gritando cómo escribir un poema protesta
para herirle con la misma navaja de doble filo
que te herían con falsas palabras nobles.
Y tú en tu silencio que desvela la verdad para redactarla después.
Pero si enmudecen los dedos,
Qué puede seguir?
Qué seguirá?
Y en un rincón de la noche desvelada escribías
devolviendo todos los golpes recibidos durante el día
en la soledad bajo una bombilla titubeante y casi sin folios.
Justo después del silencio fue el grito el llanto
y apagar una sed eterna
con el poder febril de la palabra desbocada
que sólo templas con las enseñanzas de quien bien sabes.
Después del silencio escribir
y el trueno la amapola la palabra la caricia y siempre el mar.
Pero si enmudece el corazón,
A quién podrás amar?
Qué sentirás?
Será la loca sabiduría beatnik de aquel genio maravilloso llamado Ginsberg?
Será aquel adjetivo urgente y ardiente que cosechó en tu cerebro Umbral?
Será la brillante oscuridad de los clásicos desde Dante a Byron que te mostró Álex?
resuenan los pies desnudos de la memoria
por los pasillos oscuros de Nunca Jamás
del podría ser nunca serás... y pudo,
llegando al salón del mañana puede ser posible.
Y una gran hoguera parte la noche
rodeada de encinas y flores
con tallo de lágrima seca cuna del rocío
que dará nuevos brillos al mañana.
Pero si enmudecen los labios,
Qué será de ti?
Qué será?
Y la mañana fría en la terraza
regando plantas y fumando
con el café oscuro y caliente esperando.
Mirando desde la cuna del silencio
que te arrastra ante la Olivetti
a tu cuarto estrecho para deshilachar la luz
Será la pira donde se consume en una playa el hermoso Shelley?
Será Persépolis ardiendo por la mano ebria de Alejandro?
Será el fuego robado a los dioses por el vanidoso Prometeo?
No es el silencio
Nunca la pena
Negarás el sentimiento.
Antes del silencio hubo un pequeño temblor
un excitado desconcierto.
Antes del silencio lo mismo pero con la urgencia
del verso que arde como un beso prometido.
Antes del silencio mordiéndote los labios ante aquel malbicho
gritando cómo escribir un poema protesta
para herirle con la misma navaja de doble filo
que te herían con falsas palabras nobles.
Y tú en tu silencio que desvela la verdad para redactarla después.
Pero si enmudecen los dedos,
Qué puede seguir?
Qué seguirá?
Y en un rincón de la noche desvelada escribías
devolviendo todos los golpes recibidos durante el día
en la soledad bajo una bombilla titubeante y casi sin folios.
Justo después del silencio fue el grito el llanto
y apagar una sed eterna
con el poder febril de la palabra desbocada
que sólo templas con las enseñanzas de quien bien sabes.
Después del silencio escribir
y el trueno la amapola la palabra la caricia y siempre el mar.
Pero si enmudece el corazón,
A quién podrás amar?
Qué sentirás?
Será la loca sabiduría beatnik de aquel genio maravilloso llamado Ginsberg?
Será aquel adjetivo urgente y ardiente que cosechó en tu cerebro Umbral?
Será la brillante oscuridad de los clásicos desde Dante a Byron que te mostró Álex?
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