Puede ser Ceniza

Perdido y esperando una de esas hermosas 
puestas de sol en esta ciudad
lenta y agónica colorida y absoluta
en el parque del Retiro alejado de miradas indiscretas.

Bebiendo vino tinto en copa de cristal
más cara y antigua que el propio vino.
En el verde bajo un olmo centenario
y frente a mi cuaderno y con el boli dispuesto.

Recobrando las buenas costumbres
(al parecer tan perjudiciales para mi salud)
no faltan los cigarrillos y los dulces árabes
de pistacho y miel mientras presencio la muerte del día.

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Florece de nuevo la Primavera del año que no vi.
Llena de colores con los críos impertinentes molestando
y los perros juguetones con sus dueñas charlando.

Las ardillas suben y bajan
la luz lo inunda todo
no hay donde esconderse.

Yo quería escribir un poema más que triste, demoledor
pero está resultando un canto a la vida en todo su esplendor
glorioso bañado en nuevos colores olvidados por el frío.

Todo ha cambiado.
Todo se ha conjurado
contra mi tristeza.

Se deshace el hielo de pensamientos y cumpleaños
mientras agoniza el último dragón que pudo retarme.
No me hace sentir mejor. Nos soy mejor en absoluto.

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Sentado en un  parterre adolescente
pienso en lo que he escrito
y veo su fatídico final en cada palabra  :   la ceniza.

Pero.... Es posible que sean también
los colores que me rodean
a la altura de tus pies mi mirada o sobre ti?

Podrá ser ceniza lo escrito en otros barrios,
más sinceros y coherentes que tú
más valientes y con más talento que mi firma?

Arranco con rabia la página terminada
y la estrujo en mi mano
imaginándome que es tu vida y mi futuro.