Dos sombras

                                        



Somos dos sombras errantes que se buscan
y en alguna ocasión se rozan en la oscuridad.
Dos perfectos desconocidos que bajo la luz del foco
se convierten en el acróbata y en el mago
del mismo espectáculo de variedades que es la vida.
Sólo luz, alma mía, sólo vida...

Todo puede empezar por el menor error,
la mejor casualidad, el encuentro imprevisto
que haga arder los ríos de mis venas y que ardan
y prendan mi ser de los pies a la cabeza y ardiendo
hagan prender estrellas y calles para volver a verte
de nuevo mi vida, amor: sólo fuego.

Pero soy consciente de nuestra diferencia y la realidad:
yo sueño mundos distintos, tal vez diferentes, algo raros,
pero donde la emoción crea las reglas y al final todo hiere.
Tú sólo ansías volar, libre o no, pero volar, alto y siempre libre;
buscas el centro siempre de los sueños del que se nutre el arte:
sin libertad no hay arte pero sin ti no hay pasión.