Extraña reflexión oligofrénica

Veo las hojas que me rodean bailar unas con otras cuando las ramas más débiles se mueven por la respiración del viento y sólo así me aseguro que sigue existiendo, a pesar de no poder sentirlo en mi piel que es como decir en mi cuerpo, tan lejos del tuyo pero sólo en ciertas horas un tanto sombrías.

El sol ilumina cómo una lengua seca y caliente en todo su proceso madurando durante las horas del día
de la luz lechosa y fresca que fuerza a brotar la vida a su paso, al plomizo peso de la canícula que debilita todos los músculos para terminar, al final de la jornada, derritiéndose sobre la paleta de un pintor impresionista relamido y vanidoso, cursi sólo a ratos, cuando crea tarjetones de la ciudad para enamorados o para aspirantes a artistas sin recursos.

Y todo esto, día tras día, año tras año, aquí encerrado en mi pequeño pero cómodo Universo, un cubo de cristal en el epicentro mismo de la ciudad, a la intemperie a la vista de quien digne a posar su curiosa mirada en mi. Podría esconderme cubriendo las paredes con todas las imágenes que quisiera pero nunca evitaría  el paseo de los que van o de los que vienen o de aquellos que se paran enfrente para contemplar con cierta curiosidad ingenua sádica o grotesca, como si fuera una obra en la colección de un museo de arte moderno, incomprensible, sublime, cruel, pero no exenta de cierta sugestión para quien la ve o el premio de un cazador ambicioso que prefiere la presa viva encerrada,  y sé que debería alegrarme que no prefiera mi cabeza adornando una de sus muchas paredes en un chateau de la riviera francesa  o en el almacén de un reputado taxidermista por falta de pago.

De la misma manera por mi parte hago lo mismo con ellos. Letra a letra deprisa y en algunos momentos con sus acentos tomo notas apuntes del natural para poder conservar un recuerdo de instantes precisos una parte de sus expresiones y otra de sus actitudes y todas ellas con la única ambición de aprender un poco más y dejar que pase el tiempo mientras intento mantener una rutina en esta vida en modesta libertad no tanto salvaje por los años y por aquello de la madurez que dicen uno empieza a acumular.
Pero aún así no mueren los recuerdos que necesito tanto o más que el oxigeno, suena muy bien pero lo peor es que es cierto. Y entre todos el tuyo que sobresale con descaro incordiando un momento de paz necesario o como casi siempre acompañándome cuidándome con atención y recelo cuando vuelve el miedo y todo se oscurece.

Pasen, Pasen y vean!! Queda prohibido echar comida.
Pasen, Pasen y contemplen a tan rara criatura viviendo en cautividad haciendo lo que hacen todos ustedes en su intimidad cuando creen tener la seguridad de no ser observados!!

No les gustaría?
Pero no es así. Y no lo lamento.
En este caso celebro que por una vez no somos todos iguales. Vosotros creéis que sois libres por poder hacer lo que os de la real gana pero no es así. Nunca lo ha sido y si sigue la decisión en vuestras manos nunca lo será.

Yo soy libre y Ustedes cretinos son los que en realidad están encerrados fuera de mi habitáculo de cristal.
Mientras, que Dios me bendiga y a vosotros ...
Qué os ....!!

Comentarios

Entradas populares