Too far, too soon #1



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Sonaba Lili Marlene cortesía de Radio Berlin F.M.
cuando despertó en el suelo rodeado de cartas francesas
botellas vacías y en el bolsillo de su chaqueta un viejo
documento redoblado que le hacia dueño y señor
de un barco de vela botado en la calurosa primavera de 1882.
 
Como cualquier fiesta que se precie de serlo desde siempre
aquella fue evolucionando hacia la más escrupulosa
y degenerada suerte de oscuras flores de gasolina
que se asomaran jamás en la madrugada ardiendo como lo hacían.

La boca áspera como un felpudo
y en la cabeza tenía una banda de cabrones
militares festejando la Pascua militar.
Sin duda aquel garabato al final del documento
tenía pinta de ser el suyo, se adelantaron las Navidades.
 
Después de un largo café y tras la búsqueda infructuosa de algún cigarrillo
el hecho, es que fueron despertando uno por uno todos los rezagados de la fiesta
y él se vio sin su mina heredada de oro en Nueva Guinea pero con un velero
amarrado y esperando, que quiso decir con.... y tal, sabed que era una resaca .
Pero el asunto sobre la mesa era cuando, quien venía y quien sabía navegar....

Uno sacó una cerveza fría de la nevera una quiso abrir las ventanas por el aire;
ella preguntó si era prudente echarse a la mar;
tres  dijeron que no pasaría nada y que recogiéramos víveres;
dos se abstuvieron y hubo quien con el lío se fue a estrenar colchón en compañía.


.... ( Continuará?)

No hay nada más peligroso en éste mundo 
que la estúpida sonrisa en la cara de una persona feliz..
                                                                                (Es tan buena que debe ser una autocita)



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