estampa marinera

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A la temida hora de las sombras largas más allá de la medianoche
como medusas muertas lentamente descomponiendose
en una fina orilla blanca de conchas y caracolas.
Cuando tomas y bebes cielo y agua
y cosmos y de ti brotas de nuevo como el aguarápida y fría de una corriente.

Emerges tú rompiendo éste mar de porcelana
que fue añil pero ahora es oscuro como tus ojos,
sobre piel antes sedienta ahora sobre todo caliente
calman y alivian lecho insomne de enamorados
éxtasis del acorralado entre el deseo y la apariencia.

En los labios llevo grabado en sal
el liviano beso de tu condescencencia
bajo ramas de pino cerca de donde revientan
los jazmines y las buganvilias de calor
y espera cerca muy cerca de tu sombra
grabada en la arena con la suave piel del mar.

Velas blancas izadas
por donde el horizonte marca sus costuras
deja sentir como un aliento la desafiante ola por batir.
Enfrente el camino de regreso seco
y ante mi el mar de noche dormido con respiración cansada
lento inhala y expulsa el aire.



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