El Deseo tras la Belleza ( o de Hegel a Kant)
…
la belleza, a falta de fuerza, odia el entendimiento,
porque
este exige de ella, lo que no está en condiciones de dar.
Hegel
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No es tan grande esta ciudad para unos insensatos como
nosotros dos
que no entienden de leyes del deseo, de la
conveniencia y el apego;
no sé si soy tan moderno como tú o todo esto tendrá un
buen final sit-com,
sólo somos aves nocturnas en un entorno familiar:
no hay ningún pecado demasiado dulce que no quepa en un
día perfecto contigo.
Rezamos desnudos a un libidiós creativo, aguafuerte tierno, garabato de
silueta,
boceto de gemido, sonrisa de saliva:
Carne, músculo y piel, violencia recatada de impulsos tribales;
La caricia sigue al beso que se pierde entre las diferentes maneras,
de la pasión a la razón, pasando por mil vidas de entre todos nuestros besos.
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