Mi cine

Mi cine: 

cap 1 -La Nouvelle Vague:

1

Antoine Doinel ve la ocasión para escapar durante un vulgar partido de fútbol entre unos y otros en la penitenciaria colegio cárcel donde se encuentra no sin motivos aparentes. Pero es cuando el se pone a correr cuando una descarga me recorre la espina hasta el punto más nostálgico y sentimental del cerebelo.

La maravillosa partitura de los cuatrocientos golpes creada por George Deleure figura imprescindible en el cine de aquella época y para Truffaut en especial con su tiovivo de arpegios altibajos y graves que vuelan como la metralla tras la deflagración subrayan para la memoria las grandes frases visuales que no han de caer en el olvido de un pasado no tan lejano.
Recuerdo haber sido un Antoine cuando veía la vida tan fácil tras las grandes verjas de mi colegio el San Agustín de Padre Damián. Y veía la vida con una continuidad fluidez y en resumen mucho más rica y rítmica de libertad y de vida que donde estaba. 
Truffaut, el visionario el inconformista el espectacular Deleur, y Antoine al que debo un matiz que me ha ayudado mucho en estos tiempos, La libertad no es fácil, pero sin libertad no hay nada.


2


Herald New York Tribune, Herald New York Tribune!!!
Jean Seberg pantalones pitillo negros camiseta de rayas (blancas y azul marino a lo mejor?)
Jean paul Belmondo con la cara de pasmo gabacho continuo y en una historia policíaca de lo más absurda

Debo confesar que lo único que me interesa de ésta película, Al final de la escapada o Á bout de soufflé, que dirían los cuatro pedantes gafapastas, era precisamente lo que ellos no veían, Sentían puede ser?
 Jean Seberg mandándome mensajitos por lo bajini o insinuándose en un par de miradas o en su inocente actitud. Fue la primera que actuó como si aquello fuera un Reality show, pero con gracia inteligencia y saber estar. Además fue una grandísima actriz trabajó con Preminger y lo dio todo a 24 fotogramas por segundo. Tanto que al final viéndose que no le quedaba nada para su vida privada decidió un mal día echar el telón.
Blanco y negro bello y granulado. Lo salvaje por lo prestado, la dulzura de Jean sus mocasines y su francés macarrónico.La tontería de la historia y  buen jazz de fondo.

Más tarde el pedante de Godard hizo otro intento pero esta vez con la Bardot. Y fue cuando entendí que lo único que me proporcionaba su cine eran las grandes partituras de Deleure y las chavalas que descubría en el esplendor de su juventud lozanía belleza irresistible y naturalidad.
Deleure de nuevo y Godard en estado puro: El Desprecio. El realismo más teatrero para una historia marcada por el mito que nacía, la Bardot, y los violines de Deleure.


3

Después vendrían títulos como Adiós a los muchachos, Los juncos salvajes y sobre todo y sobre todo lo que tenga que venir Herida, testamento de un Louis Malle que con el coraje torero del artista que debe glosar todo su amor por la vida el amor o por el cine que puede llegar a ser lo mismo cuando está bien hecho, nos dejó la película más real descarnada a veces romántica y autodestructiva. Un combate con los malos tragos del amor y sobre todo el sexo con un barniz psicológico Derrida Cioran.... y otros entregados al pesimismo. Un poco de Pavese y otro de la Duras, seguro.
Juliette Binoche y Jeremy Irons enseñando las cachas, en resuellos orgásmicos luz tenue y con la sensación continua de ser un voyeur que se está pasando de la raya.
Herida y su desenlace cuando Irons ve en el aeropuerto a la Binoche años después de haberlo perdido todo y a ella la primera......   al final era como los demás.















Comentarios

Entradas populares