A Mar ( 222 )
Hola anónima conocida:
Hablemos de nosotros aunque me temo
que tú sabes más de mi que yo de ti
y por eso nunca dejarás de asombrarme...
Puedo decir que después de treinta y tres años
(aunque eso ya lo sabes) cuando escribo
soy cómo una golondrina
volando libre de una vida a un mundo y a otro.
Que por fin tengo lo que busco:
una mínima Libertad entre lo que siento y yo
y mientras echo de menos
ciertos abrazos de una anónima desconocida
llamémosle Mar con los tres patos
cómo cierta discoteca de una playa
de la que no sabemos más, Verdad?
Además recuerdo nuestro mar
en dos países diferentes pero el mismo azul.
Nuestras caras eran un buen poema
que nos transportaban hoy a un pasado perfecto.
Donde no existían palabras gruesas claras y altas
luchas de orgullo y gallos vanidades entre un lado y otro,
Pero quién nos quita lo vivido lo que fuimos lo que seremos?
No existen disculpas si vuelve el hermano pródigo
tras tantos años a casa,
no existen disculpas para esclarecer aquello que pareció
aquello que quiso pero no fue.
Recuerdo tu hombro cuando lloré
y tus palabras consolándome
aquello que fue tan hondo no dejaré perder
sabiendo que tan cerca vives y espero de nuevo.
Hablemos como si nos conociéramos
cómo si tuviéramos algo en común
como si nos quisiéramos como hermanos.
Hablemos de nosotros aunque me temo
que tú sabes más de mi que yo de ti
y por eso nunca dejarás de asombrarme...
Puedo decir que después de treinta y tres años
(aunque eso ya lo sabes) cuando escribo
soy cómo una golondrina
volando libre de una vida a un mundo y a otro.
Que por fin tengo lo que busco:
una mínima Libertad entre lo que siento y yo
y mientras echo de menos
ciertos abrazos de una anónima desconocida
llamémosle Mar con los tres patos
cómo cierta discoteca de una playa
de la que no sabemos más, Verdad?
Además recuerdo nuestro mar
en dos países diferentes pero el mismo azul.
Nuestras caras eran un buen poema
que nos transportaban hoy a un pasado perfecto.
Donde no existían palabras gruesas claras y altas
luchas de orgullo y gallos vanidades entre un lado y otro,
Pero quién nos quita lo vivido lo que fuimos lo que seremos?
No existen disculpas si vuelve el hermano pródigo
tras tantos años a casa,
no existen disculpas para esclarecer aquello que pareció
aquello que quiso pero no fue.
Recuerdo tu hombro cuando lloré
y tus palabras consolándome
aquello que fue tan hondo no dejaré perder
sabiendo que tan cerca vives y espero de nuevo.
Hablemos como si nos conociéramos
cómo si tuviéramos algo en común
como si nos quisiéramos como hermanos.
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